Pensamientos ajenos

lunes, 12 de mayo de 2014

FIN

Nos llegó el final una tarde fresca cuando aún el sol deslumbraba mis cansados ojos e impedía que te mirase sin lluvia alguna. Fue triste y doloroso decir adiós bajo una capa de pintura colorida. Aún recuerdo tus palabras e imágenes, tus momentos de sonrisas y de "te quiero", tus oscuros ojos que penetraban hasta el rincón más entristecido y escondido de mi alma. Pero las bellas palabras se cubren con puñales en el pecho. Perdono, perdono por la más minúscula de las ilusiones que me diste, por esos perfumes baratos que me vendiste, por esas noches que no volverán. Perdono, perdono aunque no lo pediste.

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